
Nada más ver a Lisa, Jack Cassidy supo que deseaba seducirla y hacerla suya. Sabía que sería una misión difícil que debía planear detenidamente, poniendo en práctica sus grandes dotes de seducción
Lisa era una princesa de hielo: bella, elegante y siempre bajo control. Jamás habría creído que su cuerpo respondería de ese modo ante el atractivo de Jack. Ella jamás tenía aventuras… y menos aún con playboys.
Pero sólo hizo falta una noche para desatar una pasión desenfrenada… y quizá también para que Lisa se convirtiera en la madre del hijo de Jack...
Comentario:
Que les puedo decir tengo mis momentos de romanticismo así que les dejo esta historia corta que se diviertan!
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